Filántropo

Haciendo Buenas Obras

Cuando la gente necesita ayuda, hay una serie de programas de mejora social a mano y listos.

Este fue un año turbulento: Los homicidios aumentaron en ciudades de EE. UU. y la gente moría a causa de decenas de miles de dosis de heroína y opiáceos recetados. Los terremotos, incendios e inundaciones destruyeron las vidas de innumerables familias y el conflicto siguió diezmando los países. Contrarrestando esta arremetida de tribulación, la Iglesia de Scientology, sus miembros y una innumerable cantidad de colaboradores aliviaron las cargas de los que sufrían, ayudaron a quienes lo necesitaban y dieron esperanza a todos con los programas humanitarios de la Iglesia.

La educación impulsa casi todo el progreso del mundo. Así, los profesores, tutores, trabajadores sociales, agentes de policía, activistas comunitarios y líderes de más de 100 naciones en 2016 se dispusieron a enseñar y a capacitar a tantas personas como pudieran para sacar a la sociedad de una peligrosa rampa descendente.

100 millones de personas

Unidos por los Derechos Humanos, una iniciativa internacional sin fines de lucro con sede en Los Ángeles, educó a 100 millones de personas en todo el mundo sobre los 30 derechos expresados en la Declaración Universal de Derechos Humanos, el documento adoptado por la mayoría de las naciones en 1948 para ayudar a evitar que las atrocidades de la Segunda Guerra Mundial se vuelvan a repetir. Unidos por los Derechos Humanos ha colaborado con 1,500 grupos y organizaciones para distribuir la Declaración Universal en 192 países.

192 países

Al educar a los individuos en sus derechos humanos innatos, incluyendo la película de La Historia de los Derechos Humanos, los 30 anuncios de servicio público y herramientas del educador extensas, Unidos por los Derechos Humanos y su programa complementario, Juventud por los Derechos Humanos, han mejorado la actitud de la gente y cambiado políticas nacionales. En México, la constitución del país ahora incluye la Declaración Universal de Derechos Humanos, en parte debido a la campaña realizada por los participantes de Juventud por los Derechos Humanos.

180 leyes de ese tipo aprobadas hasta la fecha

En otra iniciativa global de derechos humanos, la Comisión de Ciudadanos por los Derechos Humanos (CCHR), fundada por la Iglesia de Scientology en 1969, es el organismo de vigilancia de la salud mental más importante del mundo. CCHR, ahora con más de 250 filiales en 34 naciones, ha reducido drásticamente los abusos psiquiátricos. Los participantes emplean toda la gama de documentales de CCHR, medios de comunicación, publicaciones y exposiciones para educar a los funcionarios y miembros del público, y asegurarse de que los crímenes sean procesados y se apruebe legislación para proteger a los ciudadanos, con más de 180 leyes aprobadas hasta la fecha.

La educación es también la esencia de la campaña de La Verdad Sobre las Drogas patrocinada por la Iglesia. Liderada por la Fundación por Un Mundo Libre de Drogas, es la mayor iniciativa de información y prevención de drogas no gubernamental que existe. Los materiales de La Verdad Sobre las Drogas han llegado a 200 millones de personas en todo el mundo.

25 % de caída en el abuso de drogas

Con una película documental, 17 anuncios de servicio público, planes de lecciones escolares y 14 folletos de La Verdad Sobre las Drogas que describen las drogas más comunes, la campaña imparte los hechos a los jóvenes, para que puedan tomar sus propias decisiones. Un senador del parlamento italiano dijo: “Quiero felicitarlos porque han desempeñado un papel muy importante al reducir el abuso de las drogas un 25 % en nuestro país. ... Sé que no considerarán que el trabajo está hecho hasta que los jóvenes de nuestro país sean capaces de decidir por sí mismos que se puede vivir sin drogas”.

Sin embargo, para las personas que sucumben ante los peligros de las drogas y acaban adictas o en prisión, L. Ronald Hubbard, Fundador de Scientology y humanitario, encontró soluciones. Narconon, el programa no religioso basado en esas soluciones, trata a los adictos como seres humanos que tienen un problema, no como entidades con enfermedades crónicas. A los adictos se les lleva cuidadosamente a través de un proceso de retirada sin medicinas, luego se les guía a través de un programa de desintoxicación que usa nutrición, ejercicio y sauna para eliminar los residuos que provocan la ansiedad. Luego hacen cursos de destrezas para la vida, adquiriendo herramientas para hacer frente a las presiones que les llevaron a drogarse en primer lugar, y para ayudarles a mantenerse saludables y libres de drogas.

Pero si las malas decisiones llevan a prisión, también está Criminon, que aborda no solo los problemas de drogas que les llevaron al encarcelamiento, sino que restaura en los infractores la clave para vivir una vida sin criminalidad: su autoestima.

117 millones de libros

Con ese fin está El Camino a la Felicidad, la guía secular de sentido común para vivir mejor escrita por el Sr. ­Hubbard que expone 21 preceptos en un lenguaje fácil de entender. Sus principios constructivos y valiosos valores se esparcen como una influencia tranquilizadora por todo el mundo: para finales de 2016, hay más de 117 millones de libros en circulación, en 114 idiomas. Junto con el libro en película, los 21 mensajes de servicio público y las herramientas del educador, un resultado documentado como consecuencia de la educación, es una reducción de la violencia y los índices de crimen.

Por supuesto, como el Sr. ­Hubbard reconoció, la clave para evitar las drogas y el crimen, y tener éxito en prácticamente cada aspecto de la vida es educarse. Applied Scholastics, una organización no-religiosa que consta de más de 1,000 grupos en 72 países, mejora drásticamente las posibilidades de educar a los estudiantes, y que se conviertan en adultos productivos con la Tecnología de Estudio del Sr. ­Hubbard que enseña cómo aprender para ser competentes en cualquier campo.

Más allá de eso está el programa que materializa la misión social religiosa de la Iglesia, los Ministros Voluntarios de Scientology (VMs). El lema de los VMs es: “Se puede hacer algo al respecto”. El programa comprende una gama de herramientas con ese fin, desde cómo mejorar la comunicación, resolver conflictos y superar problemas de estudio, hasta cómo mejorar la organización y aliviar espiritualmente las enfermedades y lesiones. El Sr. ­Hubbard creó el programa de Ministros Voluntarios como una vanguardia en los esfuerzos interreligiosos para darles una mano a los que lo necesitan, sin importar las circunstancias, ubicación, raza, credo o etnia.

1,000 organizaciones

Cuando catástrofes naturales o provocadas por el hombre destruyen los mejores planes de la gente, los VMs dan asistencia para reconstruir sus vidas. El programa ha crecido hasta ser una de las fuerzas de socorro independientes internacionales más grandes del mundo. El Equipo de Respuesta a la Catástrofe de Scientology colabora ahora con más de 1,000 organizaciones y ha servido en cada catástrofe seria de este siglo.

Con lo productivo que ha sido el 2016, el alcance y buenas obras de la fuerza humanitaria mundial de la Iglesia sin duda seguirá creciendo año tras año en el futuro.