La meta de la tolerancia

	Por Angela Guirao Iglesia de Scientology en España

Después de los recientes atentados terroristas en los Estados Unidos, es imposible hacer caso omiso a los hechos que nos recuerdan constantemente, que las humanidades no han avanzado a la misma velocidad que los avances tecnológicos del hombre.

Estos signos son evidentes en el espectro del sufrimiento humano, producido por algo tan perverso como el terrorismo, el desempleo, las drogas.

No es una mera coincidencia que las últimas encuestas muestren un descenso en la asistencia a la Iglesia en las últimas dos décadas. El deterioro de los valores humanos y espirituales es la causa de la decadencia de una cultura.

Hace tiempo que esta tendencia anunciaba la necesidad de que todas las iglesias y organizaciones sociales participaran de una forma más activa en asuntos sociales y de derechos humanos. De hecho, estamos en un punto crítico de la historia mundial. Con el auge de las tecnologías científicas, hoy día podemos hacer cosas que antes sólo podíamos imaginar. Pero la religión, con sus valores morales y espirituales, es esa fuerza de la sociedad que eleva el destino individual del hombre y, en pocas palabras, lo civiliza.

Una sola religión, organizaciones sociales aisladas o pequeñas coaliciones o grupos de ciudadanos bienintencionados, nunca podrán solucionar la cantidad de problemas sociales que deben resolverse hoy en día. Es necesario que todas esas organizaciones, grupos e individuos trabajen juntos.

Por esa razón, nosotros en Etica y Libertad promovemos la tolerancia y el pluralismo religioso en nuestra sociedad actual. Vivimos en uno de los países más tolerantes de Europa, resultado de la convergencia única de la fe cristiana, islámica y judía a lo largo de los siglos. Somos, aunque sólo sea por nuestra situación geográfica, una gran prueba de tolerancia y libertad. Pero todavía podemos hacer más y dar incluso un mejor ejemplo a otros países.

En una sociedad, la disposición para cooperar se fundamenta en la tolerancia. Esto a su vez, abre las puertas a la necesaria cooperación, codo con codo, entre las religiones, gobiernos, organizaciones y hombres y mujeres individuales de todos los credos para resolver los verdaderos problemas de la sociedad; los males sociales que están destruyendo nuestra cultura y debilitando nuestras generaciones futuras.

Actualmente, uno de los más amenazantes de esos males sociales es el problema de las drogas.

Y por esa razón, los cienciólogos (conocidos por ser una comunidad 100% libre de drogas), han venido luchando activamente contra el problema de las drogas durante décadas. No somos los únicos que consideramos que las drogas son la fuerza más destructiva de la sociedad actual. Aunque a menudo, los medicamentos son necesarios para aliviar enfermedades y lesiones físicas, los psicofármacos que alteran el estado de ánimo son destructivos no sólo físicamente, sino mental y espiritualmente.

Los cienciólogos en España y en todo el mundo están trabajando de manera eficaz para contrarrestar el curso destructivo de las drogas en la sociedad, tal como describimos en nuestra portada.

Y como en anteriores ediciones de Etica y Libertad, también le damos información y soluciones para otros temas sociales, de derechos humanos, y más información sobre la religión de Scientology.

Para finalizar, y como siempre, esperamos sus comentarios y opiniones.