Editorial

Obertura

El Fundador de Scientology, L. Ronald Hubbard, era parte de la generación cuyos crisoles fueron la Segunda Guerra Mundial y el advenimiento de las armas nucleares que podrían hacer que la civilización se volatilizara. Los riesgos eran tan elevados, que la victoria era un triunfo o una derrota; no había empates ni revanchas. Otro gran hombre de esa época, Winston Churchill de Inglaterra, comentó que “sin victoria, no hay supervivencia”.

El Sr. Hubbard imbuyó Scientology con un imperativo de importancia capital: la supervivencia. Pero para sobrevivir, la humanidad tenía que florecer, tenía que ser libre. “El único impulso del hombre que no se puede borrar es su impulso hacia la libertad”, escribió el Sr. Hubbard en 1954, “su impulso hacia la cordura, hacia niveles de realización más elevados en todos sus empeños”.

La Iglesia de Scientology ha viajado por esa senda durante más de seis décadas, creciendo y fortaleciéndose. En cada paso de sus primeras décadas, la religión fue atacada por intereses totalitarios y manipuladores, en los gobiernos, la psiquiatría organizada, los conglomerados de farmacéuticos, los cerebros de mosquito de los intolerantes de la religiosidad. La Iglesia triunfó, triunfó y ha triunfado otra vez..., y, por cierto, triunfó todavía un poco más.

Al timón de Scientology durante los últimos 30 años, David Miscavige ha tenido un único propósito que le impulsaba: dar a conocer las herramientas de supervivencia de Scientology a cada rincón del globo y, de esa forma, detener la arremetida de la espiral descendente de la civilización. La inmensa mayoría del trabajo es construir la joven religión, para hoy y para todos los mañanas venideros.

Eso se llama expansión. Requiere de trabajo duro establecer una Iglesia global. El camino espiritual de Scientology se hace disponible para más gente, quien ve que funciona. Esa Iglesia crece, lleva a cabo programas humanitarios que hacen retroceder la oscuridad de la decadencia social, el crimen y la esclavitud mental y espiritual. La Iglesia inaugura grupos y misiones, que crecen para convertirse en Iglesias, y el ciclo se acelera.

Favoreciendo todo ese deslumbrante impulso están los esfuerzos de publicación, filmografía, difusión en los medios y la diseminación en-línea de la religión. El mayor avance en ese campo llegó en el 2016, con la apertura de un famoso y clásico estudio de Hollywood que es ahora Scientology Media Productions.

Todos estos episodios de crecimiento se relatan en este número especial del resumen del año de la revista Freedom, la voz de la Iglesia. Los verdaderos beneficiarios del progreso y los triunfos en estas páginas son ustedes, cada hombre, mujer y niño en el planeta, porque nuestra meta es la libertad y la supervivencia para todos.